Un buen formato de ensayo universitario, con el tema adecuado, va más allá de tus logros académicos y tus actividades extracurriculares.
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Quieres destacar entre la multitud, sobre todo cuando vayas a solicitar el ingreso en la universidad que elijas. Como parte del proceso de solicitud, muchas escuelas piden una redacción que acompañe a la información académica y personal estándar que exigen. Por eso es importante que sea buena.
La redacción de la solicitud de admisión a la universidad es básicamente una historia que ofrece una visión de quién eres, más allá de tu solicitud de admisión, tus calificaciones, tus actividades y las puntuaciones de los exámenes.
La redacción universitaria, a menudo llamada declaración personal, es tu oportunidad para revelar tu personalidad. Es una forma de que el departamento de admisiones te conozca como persona y se haga una idea del tipo de estudiante que serás.
Entonces, ¿cómo se debe formatear una redacción universitaria? En este artículo se explican las mejores prácticas de formato, cómo elegir un tema atractivo para tu redacción, y consejos de redacción y edición que te ayudarán a elaborar un ensayo que capte la atención del lector, que transmita tu punto de vista y que esté libre de errores.
La universidad suele ofrecerte una serie de temas para tu redacción. Elige un tema que te permita destacar lo que quieres que la universidad sepa de ti.
Un buen comienzo es enumerar tres adjetivos positivos que te describan. A continuación, intenta escribir dos o tres ejemplos de la vida real de cada rasgo que demuestren que posees esa característica.
Piensa también en las historias que otras personas cuentan sobre ti o en las palabras que utilizan para describirte. Pregunta a las personas que te conocen bien:
¿Qué crees que me diferencia de los demás?
¿Cuáles son mis puntos fuertes?
¿Cómo describirías mi personalidad?
¿Cuáles son mis peculiaridades?
Estas ideas pueden servir de inspiración para elaborar material para una buen ensayo académico.
De la lista de temas de redacción que recibas de la universidad, elige el tema que te dé la mejor oportunidad de mostrar quién eres dentro del número limitado de palabras. No es necesario que escribas sobre un acontecimiento importante que haya cambiado tu vida. Puede ser una situación mundana u ordinaria, como una conversación en la mesa, un día en la escuela o una conversación con un amigo. A menudo, los temas ligeramente inusuales son mejores que los típicos porque mantienen la atención del lector.
Independientemente del tema que elijas, recuerda que el verdadero tema de tu ensayo académico eres tú, y el propósito del mismo es mostrar cómo eres una persona única. Destaca una parte importante de quién eres y hacia dónde quieres dirigirte en la vida.
Más de 900 universidades utilizan los temas de redacción de la Common App, lo que significa que puedes escribir una redacción para usar en varias solicitudes universitarias. Algunas de las propuestas de ensayos universitarios de la Common App—que se anuncian públicamente cada año—incluyen los siguientes temas:
Comparte una historia sobre tus antecedentes, intereses, identidad o talento que te completan como persona.
Describe un momento en el que te hayas enfrentado a un contratiempo, un fracaso o un reto y lo que aprendiste de él.
Habla de un tema, concepto o idea que te cautive tanto que pierdas la noción del tiempo.
Escribe sobre algo que alguien haya hecho por ti y por lo que estés agradecido, y cómo la gratitud te ha motivado o afectado.
Tanto si la universidad a la que solicitas ingreso utiliza las preguntas de la Common App como si no, publicará los temas de redacción requeridos en sus materiales de admisión. También es posible que te pidan que escribas sobre un tema de tu elección. A continuación, te presentamos otros temas comunes de redacción universitaria que puedes encontrar:
Describe a una persona que admires y cómo esa persona ha influido en tu comportamiento y pensamiento.
¿Por qué quieres asistir a esta universidad?
Describe tu lado creativo.
Nombra una actividad extracurricular que sea significativa para ti y cómo ha influido en tu vida.
Habla de lo que has hecho para mejorar tu comunidad o tu escuela.
Consulta las instrucciones de la solicitud de la universidad para ver la longitud de tu ensayo. Asegúrate de mantenerte dentro del número de palabras o de la extensión del ensayo requerido, sin pasarte del máximo ni del mínimo.
Lo más probable es que te den un límite de palabras. Si no se especifica ninguno, los expertos en el proceso de admisión recomiendan mantener el número de palabras entre 500 y 650. Utiliza la longitud requerida del ensayo para ayudarte a determinar lo que vas a compartir. No podrás contar la historia de tu vida en esos pocos párrafos, así que elige los ejemplos más impactantes como contenido.
Un bosquejo te ayuda a planificar tu ensayo para que sepas cómo empezará y terminará e identifiques los puntos clave que quieres incluir en el medio. Utiliza tu bosquejo para no salirte del tema y aprovechar al máximo tu número de palabras.
Los bosquejos más eficaces suelen ser los más sencillos. Por ejemplo, una buena historia tiene un principio, un medio y un final. Del mismo modo, tu ensayo tendrá una introducción, un cuerpo y una conclusión.
A menos que la universidad solicite un formato específico para el ensayo de admisión, utiliza el formato que hayas utilizado para escribir ensayos en el instituto y con el que probablemente te sientas más cómodo. Si no sabes cómo abrir tu redacción, escribe primero la parte central de la historia. Luego, vuelve a escribir una introducción convincente y una conclusión concisa.
Aunque el formato de tu redacción universitaria depende en gran medida de ti, puede ser útil tener un ejemplo como trampolín para darte ideas. Considera el siguiente formato de ensayo universitario para organizar tu redacción.
No es necesario poner un título a tu redacción universitaria. Sin embargo, incluir uno puede añadir interés. Pero si tienes pocas palabras, puedes omitirlo. También puedes esperar hasta después de escribir tu ensayo para decidirlo. A menudo es más fácil idear un título adecuado y convincente después de haber contado tu historia.
La frase inicial es una de las partes más importantes del ensayo. Es lo que utilizarás para captar la atención del lector y darle una razón para seguir leyendo. El comienzo de tu ensayo es tu oportunidad de causar una primera impresión impactante, así que haz que tu apertura sea buena. Aquí tienes dos ejemplos de cómo puedes abrir con un gancho interesante:
Empieza en la mitad de tu historia: Destaca el punto más interesante de tu historia, y luego retrocede desde ahí. Por ejemplo: "Y allí me encontré, rodeado de crías de tortugas marinas en las brumosas costas de Virginia Beach."
Haz una generalización específica: Esto se trata de una frase que hace una afirmación general sobre lo que tratará tu ensayo, pero da una descripción específica. Un ejemplo: "Cada año, en nuestras vacaciones familiares fuera de la ciudad, contemplo el sentido de la vida mientras cruzamos el puente Golden Gate."
Mientras que el gancho despertará la curiosidad del lector, el resto de la introducción debe darle una idea de hacia dónde va tu ensayo. Establece tu historia en cuatro o cinco frases.
Si la introducción y la conclusión tienen aproximadamente 100 palabras cada una, el cuerpo del ensayo tendrá unas 450 palabras. Piensa que son de tres a cinco párrafos, cada uno de ellos con su propia idea o punto principal.
Escribe con un estilo narrativo, como si estuvieras manteniendo una conversación en lugar de escribir un manual de instrucciones. Aunque debes prestar estricta atención al uso de la gramática y la estructura de las frases adecuadas, tienes la libertad de hacer que tu ensayo sea un reflejo de tu personalidad.
Si eres una persona con sentido del humor, utiliza el humor. Si eres una persona optimista o te encanta adentrarte en los detalles de la vida, deja que eso brille. Cuenta tu historia de forma lógica, clara y con sentido.
Termina tu historia con un párrafo de conclusión, y asegúrate de haber dejado claro tu punto principal. ¿Qué es lo principal que quieres que la universidad sepa de ti a través de esta historia? ¿Es lo que has aprendido, un valor importante para ti o lo que quieres aportar a la sociedad? Por último, concluye tu redacción con la declaración personal que quieres hacer sobre ti.
Cuando escribas tu redacción universitaria, ten en cuenta estos consejos:
Sé auténtico. Una de las partes más esenciales de cómo formatear una redacción para la universidad es ser auténtico. La universidad quiere saber quién eres, y va a leer docenas de ensayos al día. La mejor manera de hacer que el tuyo destaque es ser tú mismo en lugar de centrarte en lo que crees que quieren oír.
Demuestra que sabes escribir. Aunque la parte más importante de tu declaración personal es mostrar quién eres, también te juzgarán por tu capacidad de redacción. Esto se debe a que conocer los principios fundamentales de la escritura es importante para el éxito universitario. Demuestra que entiendes la estructura de un ensayo y el uso correcto del idioma español.
Da la respuesta de inmediato. Si utilizas una pregunta específica como estímulo para escribir, responde a la pregunta directamente en el párrafo inicial. A continuación, utiliza el resto de la redacción para desarrollar tu respuesta.
No te salgas del tema. Aprovecha el límite de palabras siendo conciso y coherente. No te salgas del tema y evita añadir información que no contribuya a la idea principal de tu ensayo.
Escribe con tu propia voz. Imagina que estás hablando con una persona real mientras escribes. Sé sincero y preciso, utilizando las palabras que usas normalmente. Tu redacción es una declaración personal, así que debe sonar natural para el lector, y para ti también.
Utiliza ejemplos reales. Añade acontecimientos reales y detalles vívidos de tu vida. Esto añade color y validez a tu declaración personal. Los ejemplos personales mostrarán que encarnas las características o valores que afirmas, en lugar de limitarte a decir que lo haces.
Mantén un formato sencillo. Evita los tipos de letra extravagantes que pueden ser difíciles de leer. Utiliza fuentes como Times New Roman o Arial. Evita las letras en negritas (excepto en los títulos), las cursivas, las mayúsculas y los signos de exclamación. Deja que tus palabras hablen por sí mismas.
Guarda tu redacción. En lugar de escribir tu ensayo directamente en la solicitud en línea, redacta y guarda tu ensayo en un documento como Google Docs o Word, o empieza en papel y bolígrafo si es lo que te resulta más cómodo. De este modo, podrás editarlo y utilizar los útiles correctores ortográficos y gramaticales en línea. Además, no te arriesgarás a perder tu redacción si la aplicación se cierra o si te alejas de ella por error. Cuando copies y pegues tu redacción en la aplicación, asegúrate de que el formato, como el interlineado y las letras en negritas de los títulos, permanezca intacto.
Sigue las instrucciones. Lee y comprende las instrucciones específicas establecidas por la universidad. Repásalas de nuevo antes de enviar tu redacción para asegurarte de que has cumplido todos los requisitos.
Por último, edita tu redacción hasta que estés convencido de que transmite el mensaje que quieres y no tiene errores. Deja que tu primer borrador sea tan desordenado o prístino como salga. A continuación, vuelve a él—varias veces si es necesario—para depurarlo. Hazte estas preguntas mientras editas tu ensayo:
¿Está mi ensayo libre de errores de gramática, ortografía, mayúsculas y puntuación?
¿Tiene la extensión adecuada de palabras asignada por la universidad?
¿He respondido a la pregunta que se planteaba?
¿La introducción me hace querer leer más?
¿Hay afirmaciones vagas que pueda sustituir por detalles más específicos?¿Hay partes que se alargan o resultan aburridas?
¿Parece demasiado formal?
¿Hay partes o palabras repetitivas?
¿He utilizado mal alguna palabra (como "allí", "su" o "son")?
¿Son mis frases variadas en longitud?
¿He compartido con la universidad lo que más quiero que sepan de mí?
También puede ser útil pedirle a alguien de confianza que lea tu redacción y te dé una opinión constructiva. Puede ser un profesor de confianza, un padre, un consejero escolar o un estudiante universitario. Lo mejor es elegir a alguien que esté familiarizado con el propósito de una redacción universitaria.
Pídele que te dé su opinión sobre tu redacción utilizando las mismas preguntas anteriores. Pero nunca deben intentar reescribir tu redacción. Y nunca dejes que otros editen tu voz. Pídeles que se centren en la gramática y la mecánica y que te den sugerencias sobre los elementos que debes añadir u omitir.
Sobre todo, pregúntale a tu editor invitado qué es lo que cree que tu estás tratando de hacer con tu ensayo. Si aciertan, sabrás que has elaborado una redacción universitaria que te refleja a ti y a tu mensaje.
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